México ha sacado a relucir su carácter. Noventa minutos de emoción han visto a los Bafana Bafana adelantarse en el marcador pero, en la recta final, los de Javier Aguirre han logrado empatar (1-1).
Siphiwe Tshabalala puso contra la pared a México con su gol en el minuto 55 pero Rafa Márquez le devolvió el aliento al conjunto azteca al empatar en el 79 con un disparo al lado contrario del portero.
Hasta el tanto de Sudáfrica, los hombres de Javier Aguirre habían dado una lección de toques de pelota y ocasiones de gol. Llegaron a disponer de media docena de oportunidades en el primer tiempo, en la que no tardaron en mostrar sus cartas: una clara vocación ofensiva. Sin embargo, una vez más su falta de definición echó por la borda la idea de un mejor resultado para terminar igual que siempre con el aliento contenido.
Desde el arranque, los mexicanos fueron dueños del medio campo y del espectáculo. Aguilar, lateral del Pachuca, llevó la batuta de un conjunto que apostó por tener la pelota. La llegada más peligrosa estuvo en los pies de Vela, que le dio un gran pase a Franco, que controló con el pecho pero estrelló su disparo en el cuerpo de Khune.
Sudáfrica no se dejo agobiar y fue estirando sus líneas. Tshabalala fue una amenaza constante para la zaga local y Piennar no se amedrentó en su duelo en el centro del campo con Márquez. Los Bafana Bafana lograron, a ratos, equilibrar el juego pero el partido en los primeros 45 minutos parecía ser y fue de México.
Carlos Alberto Parreira, seleccionador del cuadro local, movió sus piezas y al mandó a Pienaar a la derecha y con Tshabalala por la izquierda. De esa manera puso en evidencia las debilidades defensivas de los aztecas. Óscar Pérez se pasó un par de veces sin atajar el balón y tuvo suerte porque los remates de cabeza de Mphela y de Dikgagoi, en tiros de esquina, no llevaban dirección de gol.
El panorama cambió con el gol de Tshabalala. Sudáfrica creció en confianza y en fútbol y México se vio confrontado con la desventaja, el ambiente y sumido en un momento delicado para medir sus deseos con su realidad. Giovani pareció despertar a sus compañeros en el minuto 60, con un disparo que Khune convirtió en una parada espectacular. Tras ese lanzamiento, los mexicanos cayeron en un marasmo que los puso a sufrir ante una escuadra totalmente motivada.
Un final de infarto
Modise, en el 69, entró solo por el centro y no anotó porque su remate fue malo. La jugada fue un buen ejemplo de lo que el encuentro era en ese momento, con Sudáfrica golpeando con mazo a un México perdido y desorientado.
La entrada del veterano Cuauhtémoc Blanco, de Javier 'Chicharito' Hernández (recién fichado por el Manchester United) y de Andrés Guardado quisieron darle un nuevo aire al renovar el ataque para una última oportunidad que evitara el naufragio del equipo de Aguirre.
Rafa Márquez, el mexicano de más experiencia en Europa, fue el salvador de su escuadra al rematar con precisión un buen pase de Guardado. Por su parte, Blanco hizo notar su presencia. Aunque ya no tenga la velocidad, si es cierto que le dio a su equipo la pausa que necesitaba para los últimos minutos. Pese a ello, los anfitriones estuvieron a punto de llevarse el triunfo cuando Mphela llegó hasta el área y estrelló su disparo en el poste ante la mirada del portero.
LA FICHA DEL PARTIDO:
1. Sudáfrica: Itumeleng Khune, Siboniso Gaxa, Aaron Mokoena, Siphiwe Tshabalala, Katiego Mphela, Steven Pienaar (m.85, Bernard Parker), Teko Modise, Reneilwe Letsholonyane, Kagisho Dikgacoi, Lucas Thwala (m.46, Tsepo Masilela) y Bongani Khumalo.
1. México: Óscar Pérez, Rafael Márquez, Francisco Rodríguez, Ricardo Osorio, Carlos Salcido, Efraín Juárez, Paúl Aguilar (m.52, Andrés Guardado), Gerardo Torrado, Giovani dos Santos, Guillermo Franco (m.73, Javier Hernández) y Carlos Vela (m.67, Cuauhtémoc Blanco).
Goles: 1-0.m.55: Siphiwe Tshabalala. 1-1.m.79: Rafael Márquez.
Árbitro: El uzbeko Ravshan Irmatov. Amonestó a Dikgacoi (m.27), Masilela (m.70), a Juárez (m.18).
Incidencias: Partido inaugural del Mundial 2010. Tercer mundial para Sudáfrica, decimocuarto para México, que abre por quinta ocasión un Mundial. El estadio repleto de amarillo con manchas verdes de mexicanos en una tarde soleada y fresca. El presidente de México, Felipe Calderón fue uno de los 84.490 espectadores.
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